Final Fantasy Tactics fue mi primer gran reto. Me costó muchísimas horas completarlo y estuvo lleno de batallas increíbles cada cual mas intensa que la anterior. Sobre todo las batallas contra los antagonistas: los demonios de Lucavi. Cada batalla contra cada miembro es un despliegue de fuerzas que, o puede aplastarte sin piedad alguna o puede no costarte demasiado (según el nivel y las unidades que tengas). Los que peor me lo hicieron pasar fueron Delacroix y, especialmente, Wiegraf (que me hizo reiniciar una partida entera). A estos dos los eliminé sin problemas a la segunda, cosa que me decepcionó bastante y por eso no los pongo. En cambio el que más me impactó por su contexto en la historia (por su batalla no, fue más o menos igual que las otras) fue Dycedarg Beoulve, el primogénito de los Beoulve y hermano mayor del protagonista Ramza. Siempre lo vimos como un personaje enigmático y un político sin escrúpulos. Cuando Barbaneth, el señor de los Beoulve y el padre de la familia muere de enfermedad Dycedarg se pone a la cabeza de la familia, se alía con el Duque Larg y se pone bajo su estandarte del León Blanco contra el del León Negro de Goltanna. Dycedarg asesina a su aliado el Duque Larg aprovechando su derrota en una batalla y sus últimas palabras son oídas por Zaalbag, el mediano de los Beoulve. Este investiga la muerte de su padre mientras Ramza y su grupo se enfrenta a Lucavi. Nosotros descubrimos que Dycedarg es parte de este círculo de demonios y Zaalbag descubre que el primogénito envenenó al padre, y todo como parte de su complot para hacerse con el norte de Ivalice. Ramza regresa raudo al Castillo Beoulve y ayuda a Zaalbag a derrotar a Dycedarg. Cuando este cae se transforma en Adramelk, el fantasma de la Ira. Adramelk mata a Zaalbag y ataca al grupo de Ramza. Cuando es derrotado Ramza afirma amargamente que este es el fin de la casa Beoulve.
VÍDEO DEL COMBATE
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